domingo, 29 de mayo de 2011

Saluditos dulces bouganvilleros

Hace ya un año hice mi primera tarta de chuches para alguien muy querido y especial, Noelia, hija de una de mis mejores amigas, Maite, con motivo de su Primera Comunión. La tarta salió preciosísima, una pena que durara entera exactamente ¡dos minutos!, los que transcurrieron desde que le quitamos el papel celofán hasta que los niños se lanzaron en picado sobre ella, de tal manera, que si no agarro la tarta de bizcocho que estaba al lado, los mayores no probamos tarta.


Hubo chuches para todos, grandes y chicos. Los mayores, como somos más perversos, las acompañamos del whisky y resto de licores aptos sólo para adultos.


Hace unas semanas me preguntaron que si hacía tartas de chuches por encargo y pensé ¿por qué no? y me puse manos a la obra: hice una pequeña campaña publicitaria que no fue más que colocar sendos carteles en la panadería de confianza y, sin esperarlo, vino el primer encargo, para otra Comunión.


Así que en estas lides miniempresariales, también me he decidido a estrenar este rinconcillo golosete para enseñaros lo que vaya surgiendo, más que nada, por si a alguien le sirve de ayuda, como me pasó a mí, para recoger ideas, y es que "internete" es como un cajón de-sastre, encuentras de todo.

1 comentario:

JL Gupanla dijo...

Anda, acabo de encontrar este otro rinconcito....!!